La falta de agua causada por una semana de apagones en Venezuela terminó empujando a los venezolanos a las calles para protestar contra el Gobierno de Nicolás Maduro en una jornada en la que hubo enfrentamientos en Caracas con disparos sin que se conozca todavía si alguien resultó lastimado.
Efe fue testigo de varias detonaciones en la avenida Fuerzas Armadas de la capital venezolana, donde un centenar de manifestantes protestaron durante horas pidiendo el regreso de la energía y, con ello, del suministro de agua potable y de los servicios de telefonía e internet.
En el oeste de la capital venezolana, un territorio considerado bastión del chavismo gobernante, se produjeron desde la mañana numerosas concentraciones de ciudadanos que pedían la restitución del fluido eléctrico luego de que anoche se registrara otro de los apagones nacionales que iniciaron el lunes. Las cercanías del palacio presidencial de Miraflores, custodiadas por decenas de agentes y tanquetas de la Guardia, fueron tomadas casi en su totalidad por una veintena de protestas en las que los vecinos cortaron las vías, armaron barricadas y corearon consignas antigubernamentales.
En estas manifestaciones los ciudadanos mostraron recipientes vacíos para denunciar que el agua no corre por las tuberías de sus hogares desde hace tres, cinco u ocho días.
Ningún paliativo
Si bien claman por soluciones, muchos de ellos no están dispuestos a aceptar paliativos como la distribución de agua a través de camiones cisternas que el Gobierno ha desplegado dentro de su plan de contingencia mientras reactiva el bombeo del líquido hacia todas las comunidades.
El ministro de Salud, Carlos Alvarado, indicó al canal estatal VTV que ha habido “algunas dificultades” con el suministro de agua en algunos hospitales que están siendo atendidas por el Ejecutivo dentro de un plan de contingencia. Aseguró que áreas críticas de los nosocomios como las salas de emergencia, unidades de diálisis y quirófanos se han mantenido operativos.
Mientras esperan esas soluciones, los caraqueños llenaron la ciudad de reclamos y se reconocieron en parte alentados por el llamamiento a protestar que hiciera el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unas 60 naciones.