Los organismos encargados no se ponen aun de acuerdo sobre cuantos países componen América Latina pero varía entre 20 a 26 países dependiendo de las concepciones, incluye países que tienen como idioma oficial el español, las variaciones entre el número de países que la componen radica en que algunos agrupan en este bloque países de habla portuguesa como Brasil, o francesa como Haiti y algunos otros, a pesar de las diferencias culturales.
Hacemos esta aclaración para explicar porque es difícil englobar a toda América Latina en un solo reglón, la diversidad es propia de esta de esta región del mundo, sin embargo tienen muchos problemas sociales, económicos, políticos y educativos en común.
En los últimos años América Latina ha decidido enfrentar sus problemas educativos, viéndose envuelta en una colectiva reforma educativa, auspiciada por organismos internacionales como la UNESCO, El Banco Mundial, El Banco Interamericano del Desarrollo (BID), la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), El Fondo Monetario Internacional (FMI) entre otros.
El apoyo de estos organismos internacionales a las reformas educativas de América Latina puede ser justamente enfocado desde dos punto de vista, primero enfocando sus grandes aportes económicos que dinamizan los cambios que ayudarían a la región a estar a la vanguardia y por otro lado como una intervención que impone el modelo y las estrategias educativas a los países a los que apoya restándole capacidad de decisión. «Las reformas se ajustan a las exigencias de los organismos, aunque ello produzca efectos negativos en el desarrollo de esos sistemas» (José Eriberto Cifuentes 2016). Aun así desde mi punto de vista no podemos restar mérito al apoyo de estos organismos en los cambios en educación que ha vivido en los últimos años Latinoamérica.
Las reformas educativas en los países de América Latina han tenido muchos aspectos en común, como por ejemplo está el hecho de casi todos se han esforzado en aumentar el porcentaje del PIB que se dedican a financiar la educación pero, hay que aclarar que más inversión no significa necesariamente mejor educación.
De manera general todas las reformas educativas de América Latina se han enfocado en mejorar la cobertura, la calidad y la equidad con la que se ofrece la educación.
En este aspecto la revista Cultura Científica publicó en el 2016 un artículo titulado Reformas Educativas y Organismos Multilaterales en América Latina, donde se expresan las ideas de Martinic que coincide al decir que: «Las reformas educativas que se llevan a cabo en América Latina desde la década de los ochenta ha tenido como preocupación central mejorar la cobertura, la calidad y equidad de los sistemas […] han existido dos generaciones. La primera de ellas se ha dirigido a reorganizar la gestión, financiamiento y acceso al sistema. La segunda ha abordado los problemas que afectan la calidad de sus procesos y resultados. Ahora a comienzos del siglo XXI estamos en los inicios de una tercera generación de reformas centradas en la efectividad de las escuelas«.
¿Pero que se ha logrado con estas reformas? Según los organismos internacionales como el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la UNESCO, América Latina ha avanzado en muchos aspectos de la educación y la tendencia principal es a seguir creciendo, sin embargo aún no alcanza los estándares establecidos. «A partir de los resultados del tercer estudio (TERCE), la UNESCO concluye que la mayor parte de países de la región sigue obteniendo resultados bajos de aprendizaje, transitando hacia aceptables; Chile, Costa Rica y Uruguay tienen los mejores resultados, pero incluso ellos apenas se acercan a resultados aceptables» (UNESCO, 2016a).
Como parte de las reformas educativas sucedidas a nivel mundial, los países latinoamericanos siguen en la cola, con reformas que no han alcanzado los objetivos propuestos.
Los tres puntos cruciales del derecho a la educación incluye que sea gratuita, de calidad y equitativa y las reformas educativas en América Latina aunque han dado grande pasos siguen fallando en las tres.
De estos tres aspectos la calidad y la equidad han sido de los más debatidos, porque se asume que la educación, por lo menos la preuniversitaria es gratis en la mayoría de los países latinoamericanos, aunque si se observa a fondo la realidad de las clases más desfavorecidas de la región encontraríamos que la educación no es tan gratuita como se presume.
En cuanto a la calidad, este ha sido el énfasis principal de las reformas educativas de la región, para ello se han elaborado e invertido mucho en procesos de evaluación, pero la calidad de la educación es un asunto que aunque se refleja cuantitativamente, tiene muchos aspectos cualitativos y poco medibles, que estas evaluaciones casi siempre dejan de lado.
Hablando de equidad podemos decir que es el sueño de las reformas educativas latinoamericanas, pero la realidad es que aunque se ha crecido mucho económicamente estos cambios no se han evidenciado de la misma manera en los diferentes extractos sociales, existe una gran brecha en cuanto a cobertura y calidad de la educación entre las zonas rurales y las zonas urbanas, siendo este uno de los mayores indicadores de inequidad de la región. «El factor socio-económico sigue siendo el factor determinante en la calidad y en los resultados de aprendizaje» (UNESCO, 2016).
Según mostró una encuesta del BID y Gallup en 2007 (BID, 2008), existe en Latinoamérica una sobrestimación de la educación, pues pese a los problemas existentes y notorios los latinoamericanos están de manera general satisfechos con su educación, exceptuando alguna resistencia y exigencias de cambios que se han acentuado en lo últimos 5 años en algunos países. “Esta sobresatisfacción con la educación, pronunciada en esta región en comparación con otras, y acentuada entre los sectores más pobres y menos escolarizados, es un problema más, que hace difícil mejorar y avanzar».(BID, 2008)
Después de investigar respecto a las reformas educativas en América Latina, mi opinión es que aunque se ha avanzado mucho han quedado cortas, considerando la cantidad de recursos que se han invertido tanto por los países como por los organismos internacionales y desde mi punto de vista esta ineficacia porcentual de las reformas educativas tiene entre muchas otras razones que se han usado de manera política, para promover ideologías y partidos dejando de lado el verdadero sentido, «que todos y todas tengan acceso a una educación gratuita, inclusiva y de calidad».