Aunque el medio ambiente se ha visto beneficiado por las medidas de confinamiento decretadas en el mundo por el COVID-19, también se han registrado impactos negativos.
José Manuel Mateo Feliz, director de Biodiversidad del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, habla sobre la realidad actual dentro de los ecosistemas, en el país y en otros.
En un principio, destaca que es un tema que se ha estado tocando con regularidad en organismos internacionales, inclusive señala que algunas entidades han realizado estudios a partir de distintos patrones generados por la baja cantidad de actividad humana.
“Es lógico pensar, por un tema de percepción, que la disminución de un conjunto de actividades que desarrollamos dentro de la normalidad, como el desarrollo industrial, la movilidad de cantidades de personas y cientos de vehículos a escala planetaria, el receso en la movilidad de aviones y todo lo que genera tema de producción asociado. Ha dado una especie de respiro en el planeta y eso de alguna manera se tiene que manifestar”, señala.
La baja de estas actividades que producen exceso de dióxido de carbono y otros químicos que benefician la continuación de problemas, como el cambio climático y la polución, han provocado que cambios positivos, aunque sean temporales.
“La mejoría de la calidad del aire, la quietud del bosque para generar procesos de recuperación, procesos hidrológicos en las cuencas hidrográficas, la misma calidad en la percepción del ambiente, menos contaminación, menos smog, menos poluciones y obviamente eso va a tener un impacto en la calidad ambiental”, especificó Mateo Féliz
Además de estos cambios perceptibles y observados en los grandes puntos urbanos, también se han presentando como especies de la fauna se acercan a estos lugares ante la poca actividad generada por el confinamiento.
“Algunos organismo han estado presentado mediciones alrededor de la calidad ambiental, del aire en estos períodos, así como fotografías de elementos de la fauna que se acercan a centros urbanos o lugares donde hay cobertura vegetal y mucha gente ha estado asociado esta realidad en el contexto y en el marco de la quietud que le hemos dado a lo que llamamos normalidad”, dice.
El cambio brusco en la cotidianidad, ha traído sus efectos positivos, como destaca Mateo Feliz, e inclusive podría hasta generar un proceso de armonización entre ambas partes, humanos y medio ambiente.
No obstante, aún es pronto para definir si el impacto positivo que se está apreciando puede significar un patrón para contrarrestar problemas der mayor envergadura como el cambio climático, la polución y los gases de efecto invernadero, cuestión que debe aun de ser medida.
“Para tu poder medir exactamente el impacto, se necesita que algunas instituciones realicen sus mediciones correspondientes, para así reflejar la calidad del impacto al medio, pero no son concluyentes, dado que apenas van dos meses”, asegura,
Aspectos negativos
Del otro lado de la moneda, existe la posibilidad de que en países como República Dominicana, el confinamiento no haya sido del todo beneficioso para el medio ambiente.
“Independientemente que haya un reflujo y que la mayoría de la gente está concentrada por un tema sanitario, siempre hay gente, osada, que aprovechan estas circunstancias para cometer infracciones, entonces hay lugares de trabajo que son estratégicos, el caso del cuidado de la naturaleza, lugares estratégicos donde hay elementos relevantes de la biodiversidad que deben ser conservados”.
Si bien es cierto, que Mateo Feliz explica que con el personal que cuenta actualmente el Ministerio de Medio Ambiente está haciendo todo lo que pueda, no es posible combatir todos los crímenes que se producen contra los ecosistemas en el país.
“Ese personal se ha mantenido y por consiguiente hay un nivel de vigilancia para evitar que la gente pueda hacer acciones que afecten la integridad de estos recursos y es el caso del nuestro. El personal nuestro en las aéreas protegidas han estado manteniendo sus labores para evitar que se comentan esos casos, sin que eso signifiquen que cien por ciento va a ser efectivo”, expresa.
A pesar de no poder acaparar todas las exigencias y vigilancias medioambientales, desde este ministerio aseguran que de acuerdo a reportes recibidos, la baja de actividad humana ha traído consigo el inicio de recuperación de algunos ecosistemas.
“Los reportes que nosotros tenemos de los administradores de áreas protegidas y de sitios donde se han generado procesos de restauración es que ha habido una región profusa de especies con mayor presencia física y oportunidad de observarlas en una buena parte de áreas protegidas a todos los niveles de las especies y a muchos casos se nota mayor nivel de verdor y de recuperación de la vegetación y se siente incluso también reportes positivos de ecosistemas tan importantes como el manglar y la zona costera marina, se nota un nivel mayor de profusidad de especies”, concluye.