Nosotros estamos modo avión, nos llaman de los bancos, de la casa y no lo acogemos y pasando la tarjeta para no pasar hambre», dijo Luis Lora, secretario nacional de la Asociación de Vendedores de La Pulga, ya que tiene siete meses, desde el inicio de la pandemia en el país, sin poder trabajar.
Además, piden al presidente Luis Abinader no ser trasladados a un solar que el alcalde de Santo Domingo Oeste, José Manuel Caro y de la del Distrito Nacional, Carolina Mejía, prometieron habilitar en la Autopista 6 de Noviembre.
Aseguró que el alcalde les dijo que crearían un peatonal, decisión a la que ellos accedieron pero esa propuesta no se ha materializado.
«En vez de gastar 80 o 100 millones en la 6 de Noviembre, que gaste menos y nos organice donde estamos, que ya llévanos 18 años laborando en ese lugar y hemos creado un punto comercial» clamó.
Los vendedores de La Pulga se comprometen a que se mantenga el distanciamiento social y las medidas de higiene y seguridad para evitar la propagación del coronavirus.
Denunciaron que el pasado domingo fueron víctimas de abusos policiales, quienes los enfrentaron con perdigones y bombas lacrimógenas por ir al referido lugar a protestar por la apertura del mercado.
Durante el enfrentamiento, 28 vendedores resultaron apresados y varios de ellos presentaron heridas que, aseguran, se las ocasionaron los militares que custodiaban el lugar.
Desde que el Alcalde de Santo Domingo Oeste, José Andújar, anunció la eliminación del mercado de La Pulga, como medida sanitaria para evitar la propagación del COVID-19, todos los domingos las inmediaciones de las avenidas Luperón con Independencia y George Washington, o el kilómetro 12, como es conocida, son acordonadas por la Policía Nacional para impedir la entrada de los vendedores.