Por Frank Valenzuela
MANZANILLO, Montecristi.- A pesar de las expectativas creadas con la visita del presidente Luis Abinader, hace aproximadamente cinco meses al Puerto de Manzanillo, no será hasta finales del segundo semestre del 2022 o principio del 2023, cuando se tiene previsto el inicio de la rehabilitación y ampliación de ese muelle y las vías de conectividad.
La ingeniera Lucia Cedeño, de la unidad ejecutora de Proyecto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), explicó en un panel de consulta pública virtual que el proyecto fue categorizado de alto riesgo e impacto ambiental, incluso en áreas protegidas.
Dijo que, debido a esa situación, se requiere realizar dos rondas de consultas públicas con las partes afectadas e interesadas.
Indicó, sin embargo, que el proyecto se encuentra en la etapa de planificación. «Se están haciendo las consultas públicas. Continuaremos con la etapa de planificación conjuntamente con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), luego vendrá la etapa de negociación con dicha entidad, la publicación y la aprobación correspondiente por parte del Congreso Nacional. Estos son prerrequisitos para obtener la aprobación del primer desembolso para iniciar la ejecución del proyecto».
En el panel participaron, además, el ingeniero Cristian Borrero Rodríguez, director de la Unidad Ejecutora del mencionado proyecto; Bienvenido Reyes, encargado del Departamento de Muelles y Puertos; Mario Rivera, Supervisor de Obras; Eva González, de la firma de Consultores Ambientales PSA y la arquitecta Yilda Peña, especialista ambiental de la Unidad Ejecutora del proyecto y de la firma Paredes Consultores Ambientales.
La llamada consulta pública virtual, que fue convocada de un día para otro a través de la red social Twitter, es un prerrequisito del BID para negociar el financiamiento de 100 millones de dólares para la rehabilitación y ampliación del puerto de Manzanillo.
A pesar de que el objetivo del panel virtual era informar a las comunidades de las características del proyecto, los impactos previstos y los beneficios a aportar, recopilar puntos de vista, propuestas de alternativas, auto precepción de los impactos y posibles quejas o descontentos, fue casi nula la presencia de los actores sociales e institucionales del municipio Pepillo Salcedo, zona donde se desarrollará el proyecto.