La mayoría de personas que producen y distribuyen las bebidas alcohólicas adulteradas tienen conocimiento de lo que están comercializando y solo algunos pocos pudieran ser sorprendidos con que esto que están vendiendo afecta la salud de los dominicanos.
Debido a esta situación, a partir de este miércoles y hasta el sábado en la mañana, el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (ProConsumidor) iniciará un operativo en el Gran Santo Domingo, Santiago, San Pedro de Macorís y San Cristóbal para inspeccionar si las bebidas que ofrecen estos establecimientos están adulteradas para luego sancionarlos de acuerdo a la normativa de esta entidad.
El anuncio lo hizo el director de la entidad, Eddy Alcántara, quien agregó que ya para finales de este mes en todas las provincias del país se espera que se haya realizado la inspección correspondiente.
Alcántara añadió que quienes comercializan las bebidas adulteradas lo hacen por las ganancias que les genera a pesar de que violentan la Ley 358-05 de Protección de los Derechos del Consumidor o Usuario.
Cierre de negocios y sometimiento judicial
“Vamos a cerrar el establecimiento y a llevar a la justicia a todo el responsable de que ese producto se venda en los establecimientos inspeccionados”, comentó.
Recalcó que a pesar de que tiene poco tiempo en su cargo, hará lo que le corresponde hasta erradicar totalmente la situación, por lo que este martes sostuvo una reunión con la subdirección del Departamento Legal de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) para intercambiar informaciones con relación a las denuncias de alcohol adulterado y empezar a discutir las sanciones que se tomarán en los casos más recientes.
Venta en Las Cañitas
El alcohol adulterado es distribuido en envases de un galón a personas o establecimientos que lo comercializan en botellas de vidrio y plásticas, sin rotulaciones, dificultando el rastreo para las autoridades.
Desde la madrugada del sábado en la calle 12 de Las Cañitas, murieron consecutivamente cinco personas a causa de una intoxicación que se presume se trataba de clerén adulterado.
Las víctimas fueron identificadas como Johnny Montero, de 42 años; Belkis Germán, de 52; José Aquiles Francisco “Joselo”, de 41; Luis Corporán, de 67 años y Heriberto Hernández, de 69 años.
Los familiares y vecinos de Johnny Montero cuentan que murió luego de ser trasladado al hospital a causa de unos fuertes dolores en el pecho y vista borrosa.
Johnny era herrero en el sector y tenía cuatro hijos, contó su esposa a periodistas de este diario.
Mientras que Belkis Germán fue hallada muerta el día después que falleció Johnny.
Previo a su muerte, los vecinos relatan que cuando se enteró de la muerte de su compañero Johnny, vociferó que “ella también iba a morir porque consumió de ese mismo alcohol barato”.
“Ella ayer (el domingo) en la mañana tomó un poquito, al rato se sentía mal, se acostó y ahí quedó”, narró Wanda, hija única de la víctima, quien además reclamó que el cuerpo de su madre no ha sido entregado a pesar de que saben de qué murió
SEPA MÁS
Salud Pública alertó peligro
Once muertes.
Ante un nuevo brote de intoxicaciones con metanol a través del consumo de bebidas alcohólicas adulteradas surgido durante la Semana Santa, el Ministerio de Salud Pública actualizó la alerta epidemiológica emitida el año pasado, ante un brote similar, y pidió a los jóvenes abstenerse de comprar bebidas ilegales.
Por consumo de clerén al menos 11 personas murieron y 25 fueron hospitalizadas. Los casos se han registrado en diferentes sectores de la capital