La Unión Europea dijo este sábado que junto con Estados Unidos y otros países aliados removerán “ciertos banco rusos” del sistema de pago internacional SWIFT, para aislarlos de los flujos financieros internacionales.
Este paso se conoce después de la presión de Ucrania para persuadir a sus aliados europeos de cortar a Rusia del sistema de pago, bajo el argumento de que costaría “miles de millones de dólares» al Kremlin.
Era una medida dura a la que países europeos se habían resistido, ante el impacto que puede tener a su vez en los suministros energéticos que necesitan.
La Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT, en inglés) es utilizada por más de 11, 000 instituciones financieras para enviar órdenes de pago seguras y es clave para el movimiento de fondos al sector del petróleo y el gas de Rusia.
Se argumenta que sacar a Rusia del sistema haría casi imposible que las instituciones financieras envíen dinero dentro o fuera del país, con consecuencias tanto para el sector de petróleo y gas del país como para sus clientes europeos.