Santo Domingo. La empresa de servicios de autobuses dominicana Caribe Tours continúa operando sus rutas con destino a Haití, incluso después de que se confirmara el secuestro de un autobús de la compañía Metro que viajaba desde República Dominicana con una docena de personas a bordo, entre ellos ocho ciudadanos turcos.
Pese a seguir laborando, estas empresas reconocen que han tenido que modificar sus rutas hacia Haití debido al clima de inseguridad que permea al vecino país. El gran detonante de esta decisión fue precisamente el reciente secuestro.
En el caso particular de Caribe Tours, uno de sus empleados informó a Listín Diario que cambiaron la ruta para evitar desplazarse por Jimaní. Desde principios de esta semana el recorrido se realiza en dirección a Elías Piña.
“Después de las noticias del secuestro, nosotros como compañía optamos por seguir el trayecto por Elías Piña y no por Jimaní, estamos conscientes de la situación y es nuestro deber proteger al usuario”, indicó. Cada semana parten cuatro autobuses de Caribe Tours hacia territorio haitiano con pasajeros extranjeros y dominicanos. El costo unitario por viaje asciende a 40 dólares.
Luego de que se divulgara la información del desafortunado hecho, el flujo de usuarios que se desplazan en estos autobuses descendió “significativamente”, según acotó el empleado de la referida empresa de transporte colectivo, cuya identidad pidió no ser develada.
Contrario a Caribe Tours, la empresa de autobuses turísticos Metro suspendió todos sus viajes hacia la vecina nación hasta tanto no se esclarezca por completo la situación y sean puestos en libertad las doce personas plagiadas.
Sobre el secuestro
El pasado domingo, un autobús de la compañía Metro Servicios Turísticos fue secuestrado en la frontera con Haití durante su ruta Santo Domingo-Puerto Príncipe.
El incidente se registra en momentos en que el país caribeño sufre una oleada de ataques de pandillas cada vez más poderosas.
Aunque no se ha confirmado, agencias de noticias internacionales reseñan que el secuestro fue perpetrado por la pandilla 400 Mawozo.
Estas bandas delictivas utilizan el “secuestro express” en vías públicas para posteriormente negociar la libertad de la víctima, siendo uno de los más recientes y mediáticos el de unos 50 misioneros estadounidenses en octubre del año pasado.