Artículo
Gonell Franco
De acuerdo a lo establecido en el Tratado de Libre Comercio entre los países de Centro América y República Dominicana (DR-Cafta), a partir del 2025 el arroz entrará de Estados Unidos al país libre de aranceles (impuestos), por lo que el mismo sería comercializado más barato.
Cuando se firmó este acuerdo, entre 2004-2007, muchos productores del cereal y una buena parte de la población, pensaron que el 2025 estaba bastante lejos, pero inexorablemente el tiempo pasa, y eso es lo que ha sucedido, ya que el 2025 está al doblar la esquina.
Ahora se levantan las voces de los productores, los políticos y el propio gobierno, justamente en momentos que los primeros (los productores), entre los que hay legisladores y funcionarios, reclaman un aumento de la fanega del producto, lo que sería contraproducente, no porque los arroceros tengan derecho o no, sino, por todo el “mejunje” que hay ahora con el DR-Cafta.
Quizás por la calentura político-electoral y la resonancia de los tambores reeleccionistas del Presidente Luis Abinader, se está acudiendo a la falacia, la demagogia y el engaño en cuanto al tema.
Ha dicho el Presidente que él no permitirá que se afecte a los productores de arroz de República Dominicana, con la entrada en vigencia en el 2025 de la medida, la cual ha expresado el gobierno de Estados Unidos que no será revisada, mucho menos modificada.
Para 2025 no sabemos si el Presidente Luis Abinader será el gobernante de la República o no, porque esa es una decisión soberana del pueblo dominicano.
Ahora, lo que sí sabemos, sin temor a equívocos, es que a partir de lo que ha dicho el gobierno de Estados Unidos, la medida establecida en el Tratado de Libre Comercio, entrará en vigencia.
Desafortunadamente, esto podría hasta colapsar la producción dominicana de arroz, pero no se puede cerrar los ojos a una realidad que está ahí -y como ya dijimos- a la vuelta de la esquina.
Por todo lo anteriormente dicho, es una falacia, una actitud de demagogia y un engaño del Presidente Luis Abinader, decir y comprometerse a que, para proteger los productores nacionales, no abrirá la puerta a la entrada de arroz libre de aranceles (impuestos), desde Estados Unidos Unidos.
De producirse lo que promete Abinader, el país sería demandado ante un Tribunal competente de derecho internacional, lo que le podría costar muy caro económicamente y en aspectos de prestigio, lo que incluiría la posibilidad de embargos comerciales, no solo de Estados Unidos, sino, de los demás países de Centroamérica, que integran el DR-Cafta.
Lo que salvaría a los productores nacionales no es la violación del Tratado de Libre Comercio, es crear las condiciones, para que estos puedan producir a costos competitivos con Estados Unidos, en cuanto a todos los insumos, preparación de terrenos, disponibilidad de agua y tecnología de punta.
No hay otra forma de evitar la desaparición del sector arrocero.-