El presidente Luis Abinader expresó que la crisis sociopolítica que se vive en Haití ha afectado de “manera directa” a los intereses de la República Dominicana y que por esa razón se vio en la necesidad de tomar la “medida contundente” de cerrar la frontera por cielo, mar y tierra hasta tanto no sea detenida la construcción de un canal que desviaría el cauce del río Masacre.
“Ante esta grave situación, que traspasa los propios límites del país vecino, llegando a afectar de forma directa a nuestros intereses y nuestros legítimos derechos, hemos entendido la necesidad de dar una respuesta contundente en legítima defensa contra los grupos incontrolables que no obedecen al orden constitucional haitiano ni reconocen los acuerdos bilaterales que rigen las relaciones fronterizas entre ambas naciones”, exclamó el mandatario.
Al dirigirse a la nación en un discurso de alrededor ocho minutos, el mandatario fue enfático en indicar que aunque hay grupos “incontrolables” en Haití, cuando se traten de los intereses dominicanos serán frenados.
“El pueblo haitiano está sufriendo las consecuencias de la inestabilidad y la inseguridad generada por grupos insurgentes que han tomado el control de gran parte del país, desconociendo así la legalidad de su Gobierno y provocando una grave crisis institucional que mantiene a su pueblo sumido en una terrible situación política y económica, que entendemos que ya al nivel en el que se encuentra solo podrá ser resuelta con la ayuda de la comunidad internacional”, agregó Abinader.
El jefe de Estado indicó que el precedente de una obra de riego construida de manera unilateral puede conducir a una “escalada de construcciones” que acabarían con el río y las aguas; además explicó que la construcción de ese canal podría afectar el caudal del río en la zona baja, perjudicando unas 14 mil tareas de terreno cultivable en territorio dominicano y unas 10 mil tareas en territorio haitiano que benefician a 266 agricultores dominicanos y 125 agricultores haitianos de un lado y otro de la frontera.
También podría causar un daño ecológico al vital ecosistema lacustre de agua dulce de Laguna Saladilla, uno de los humedales más importantes en República Dominicana.
“Haití y su falta de planificación han hecho que en la práctica totalidad de su territorio se destrocen sus ecosistemas y mal gestionen sus recursos naturales. Y de esta situación se derivan acciones como esta, desordenadas y sin planificación sobre el río Masacre. La República Dominicana tiene derecho a disponer las acciones necesarias que garanticen nuestros derechos, al amparo de nuestras leyes y en línea con los acuerdos internacionales suscritos en materia fronteriza”, manifestó Abinader.
El Presidente añadió que en agosto de 2018, ciudadanos haitianos iniciaron la construcción unilateral de un sistema de riego, abastecido por las aguas del río Masacre, con el doble objetivo de irrigar grandes plantaciones y vender el agua a pequeños productores.
De acuerdo con Abinader, la construcción “inconsulta e ilegal del canal” se aceleró a partir del mes de abril del 2021 y en el mes de mayo de ese mismo año, en una reunión de la Comisión Mixta Bilateral, el país exigió, a través de la Cancillería, “la inmediata paralización de la construcción unilateral del canal”; el mismo señala que la “desaparición trágica del presidente Jovenel Moïse provocó la paralización del proyecto; pero que desde hace unas semanas se reinició la construcción ilegal promovida por los mismos agentes provocadores de siempre.