El Ejército de República Dominicana y Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) han reforzado algunas zonas de la provincia de Dajabón luego de que anteayer policías haitianos lanzaran bombas lacrimógenas en mercado informal de la frontera y penetraran armados a territorio dominicano para incautar mercancías de comerciantes.
La actuación de los policías de Haití ha sido criticada por habitantes de la provincia de Dajabón tras considerar la misma ilegal y de provocación a las fuerzas armadas de República Dominicana.
“Los guardias lo hicieron bien, porque coger y matar 10 a 20 de esa gente es un conflicto para República Dominicana”, dijo Santo Fernández, habitante de Dajabón.
Para eludir una confrontación con los haitianos, Fernández llamó al gobierno a evitar los negocios informales en la frontera.
“Se están pasando de límite, se está aguantando mucho y es indebido lo que hicieron los policías haitianos, ellos no pueden cruzar a territorio dominicano, están violando la ley”, dijo el comerciante César Estévez.
En represalia a la actuación de los policías haitianos, un grupo de comerciantes de Dajabón mantienen un patrullaje constante por la calle Capotillo y otras zonas para evitar que negociantes haitianos realicen comercio.
El presidente de la Asociación de Mercaderes del Mercado Fronterizo, Noel Fernández, pidió a la población de Juana Méndez que se revele en contra de empresarios y autoridades haitianas que mantienen un desorden poniendo a sufrir a los más pobres, por lo que exigió la apertura de la puerta fronteriza.
Se proponen sacar a los haitianos ilegales
En medio de un recorrido con policías municipales para verificar que haitianos no realicen actividades comerciales en Dajabón, el alcalde Santiago Riverón expresó que los extranjeros que no estén legal para hacer comercio, serán sacados del territorio.
“Desde carretilleros que venden plátanos, aquellos que venden accesorios de celulares, que venden ropa y otros negociantes, todos serán expulsados”, dijo Riverón.
Mercado operó con
pocos comerciantes
El mercado fronterizo de Pedernales se realizó ayer con una participación escasa y disminución de comerciantes dominicanos y haitianos debido a la noticia de que un grupo de policías de Haití penetraron por La Vigía hacia Dajabón el pasado domingo.
El comercio binacional el pasado viernes había registrado una dinamización en la económica con apenas dos días laborando después del cierre de la frontera pese a que la mayoría de los cubículos y las aceras donde comerciantes haitianos vendían sus bebidas alcohólicas permanecían vacíos.
Debido a las medidas de seguridad, soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre no permitían que haitianos circularan por la puerta del mercado hacia al lado dominicano, aunque el transporte de harina de trigo y productos manufacturados como los empaques de fideos, espaguetis y otros eran llevados por la puerta de acceso hacia el poblado de Anse-á-pitre.
En la cercanía de la puerta de acceso al lado dominicano, motocicletas llegaban con cargas para cruzar a sus territorio, vehículos tipo contenedores con mudanzas que fueron trasladadas por haitianos que llegan los fines de semana de regreso.
Se observó camiones de acarreos haitianos transportando mudanzas de haitianos que llegaron de regreso y que fueron registrados en el Centro Biométrico establecido en la división con este lado, bajo vigilancia de los soldados de Cesfront y los cuerpos de inteligencia.
Un contenedor haitiano que cruzó cargado de harina de trigo y otros productos estuvo al borde de devolverse al cruzar el riachuelo al llegar cerca a la puerta del poblado haitiano de Anse-a-pitre, por donde con la corriente del río cruzan los haitianos en motocicletas cargadas y a pies hacia su territorio.
Aunque por este lado fronterizo no se registran problemas entre haitianos y dominicanos, cuando suceden situaciones como Dajabón y otros puntos fronterizos, los residentes en poblaciones como Anse-á-pitre, Banano hasta Thióte, sienten el temor de participar en el mercado fronterizo los lunes y viernes de cada semana para evitar ser agredidos y despojados de sus mercancías y productos agrícolas vendido aquí.
En las últimas horas la vigilancia en los chequeos de controles desde la puerta del mercado hasta la salida se registraba con mucha seguridad y con respeto de parte de los soldados establecidos en la frontera.