Un fuerte terremoto de magnitud de 7,6 sacudió la zona central de Japón, causando el colapso de casas, grietas en las carreteras y dejando a miles de personas sin electricidad.
Las autoridades habían emitido una alarma de tsunami para la región costera de Noto, en la prefectura de Ishikawa con la advertencia de “evacuar inmediatamente”.
También emitieron una advertencia para las prefecturas aledañas de Niigata y Toyama, sin embargo, no se registraron olas mayores a un metro de altura.
Los servicios de tren bala entre Tokio y la prefectura de Ishikawa habían sido suspendidos, según la empresa ferroviaria.