La mortalidad infantil y materna sigue teniendo indicadores que impactan negativamente el sistema de salud del país. Un análisis de las cifras oficiales arroja que en los últimos seis años se registraron 18,243 muertes de niños menores de cinco años, de las cuales 12,526 correspondieron a recién nacidos que no habían cumplido 28 días de nacidos, o sea, en edad neonatal.
Esto significa, de acuerdo al estudio de los boletines epidemiológicos del Ministerio de Salud Pública hechos por el doctor Alfre Cruz, pediatra de Santiago y ex director del Hospital de niños Arturo Grullón, que en cada uno de esos años revisados murieron en promedio 3,040 niños, mientras en ese período de seis años se contabilizan 1,167 muertes maternas.
Cruz, quien también dirigió el programa de Alto Costo del Ministerio de Salud Pública, remitió a LISTÍN DIARIO el análisis de esos indicadores como forma de llamar la atención sobre la necesidad de que el país siga prestando atención a esas cifras, las que califica como una “verdadera desgracia” para el país.
En su artículo titulado “Dime cómo están tus niños y te diré cómo anda tu país“, el especialista señala que el perfil de salud dominicano está caracterizado por altas tasas de muertes maternas e infantiles, así como por enfermedades prevenibles que no se corresponden con el nivel de desarrollo económico social, ni con las potencialidades médicas que existen hoy en día en el país.
Dijo que eso se evidencia con simplemente analizar los datos de los últimos informes semanales de la Dirección de Epidemiología (DIGEPI) en los últimos seis años, donde se encuentra que 18,243 menores de cinco años murieron en este periodo y, de estos, 12,526 correspondían a recién nacidos que no habían cumplido 28 días de nacidos (neonatos).
“Lo que significa que murieron en promedio 3,040 niños cada año revisado; cifra que se incrementa en un 50% por ser un país con uno de los primeros lugares con embarazos en adolescentes y a sabiendas que el subregistro en nuestro país anda por encima del 40%”, señaló.
195 muertes maternas cada mes
De acuerdo a la evaluación del doctor Cruz, en ese período de seis años se registraron 1,167 muertes maternas, para un promedio de 195 decesos por mes.
Señala que la muerte de un niño es una pérdida trágica y que más de 18 mil es una verdadera desgracia, tras agregar que la mortalidad infantil representa la situación de la infancia y la salud de un país y es un indicador del grado de desarrollo de las condiciones de vida prevalecientes.
En tanto, agregó, la pérdida de una madre deja importantes secuelas sociales, económicas, afectivas y psicológicas para los niños que quedan huérfanos y para sus familiares. “Son la expresión misma de inequidad en género, lugar de residencia, del nivel educativo y socioeconómico donde viven y crecen. Ambas cosas son terribles solo por el puro hecho de pensarlo”, añadió el pediatra.
Las causas
Cruz dijo que las principales causas de defunción de niños menores de cinco años son las complicaciones del parto prematuro, la asfixia o los traumatismos durante el parto, la neumonía, las anomalías congénitas, la diarrea y el paludismo, todas ellas prevenibles o tratables mediante intervenciones sencillas y asequibles, como son la inmunización, la nutrición adecuada, el agua potable, los alimentos inocuos y la atención de calidad por parte de los dispensadores de servicios de salud.
El especialista entiende que ni son, ni han sido suficientes los esfuerzos realizados, para que en los informes de salud desaparezcan las enfermedades evitables por vacunas, dengue, tétanos, malaria, cólera y la leptospirosis, así como las hemorragias, hipertensión arterial y la sepsis que continúan sumando fallecimientos por falta de aplicación de las leyes de salud y por la persistente baja inversión en salud en nuestro país.
“Estamos muy lejos de lograr las metas y objetivos de disminuir la mortalidad materna a 70/100,000 NV., a 25 muertes de menores de 5 años/1,000 NV o de 12 neonatos por cada 1,000 NV como en otros países que tienen menor desarrollo económico que el nuestro y ya lo lograron”, señala.
Indicó que los niños deben estar en las prioridades del gobierno y que se necesita de una voluntad política más firme y una inversión específica en el acceso equitativo a la atención primaria de salud y al fortalecimiento de los programas actuales para lograr su progreso.
Considera necesario aumentar y reorientar los recursos humanos, priorizar el buen uso del gasto en salud, hacer más prevención, promoción y fomentar más las acciones de vigilancia epidemiológica, así como medir mejor la gestión por resultados para poder ir logrando la conquista de metas y objetivos para esos niños y madres que mueren por negligencia, omisión y por la falta de voluntad de todos.