Bridgetown, 7 feb (Prensa Latina) Varias naciones del Caribe adoptaron hoy medidas de contingencia para preservar vidas y evitar desastres por los aguaceros asociados a un frente frío y la llegada de una nueva nube de polvo del Sahara a la zona.
Tanto Islas Vírgenes Británicas como las Estadounidenses suspendieron las clases de todos los centros docentes y activaron la vigilancia en las vías porque se esperan lluvias abundantes y rachas de vientos fuertes durante todo el día, que pueden reducir la visibilidad y afectar la seguridad pública.
Los gobiernos de ambos territorios recomendaron a la población abstenerse de estar en las calles innecesariamente y además suspendieron la transportación marítima y aérea, incluido la llegada de cruceros turísticos.
Anguila puso en vigor medidas similares para el servicio de ferry y reajustó las operaciones en su aeropuerto internacional Clayton J Lloyd, pero no descarta interrumpir los vuelos si experimenta un mayor deterioro de las condiciones climáticas.
Mientras, San Martín, y San Cristóbal y Nieves emitieron avisos para la navegación de embarcaciones pequeñas y recomendaron mantener las naves en los puertos hasta que cesen las marejadas.
Por otro lado, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Granada, Trinidad y Tobago, Guyana y Barbados restablecieron las disposiciones de precaución porque se aproxima una nueva columna de polvo de Sahara que conllevará a un fuerte deterioro en la calidad del aire hasta finales de semana.
Al igual que la semana pasada, esas naciones esperan altos niveles de insalubridad y poca visibilidad por la concentración de partículas flotantes.
La situación conllevó a sus respectivas agencias medioambientales a emitir alertas por el riesgo de salud para la población, en especial, de personas con problemas respiratorios.
Cada año columnas de polvo se levantan desde el continente africano y avanzan en dirección oeste, bajo el flujo de los vientos alisios y se propagan a través del océano Atlántico, hasta llegar al mar Caribe, el sudeste de Estados Unidos, México y Centroamérica.
Según expertos, son generadas por las tormentas de arena y polvo del desierto del Sahara y la región del Sahel, que alcanzan alturas de tres a siete kilómetros y suelen estar cargadas de material nocivo para la salud humana.
El fenómeno desencadena alergias y, por lo tanto, pone a los asmáticos y otros individuos con determinadas patologías y con enfermedad pulmonar obstructiva crónica en alto riesgo.