Santo Domingo, 13 feb.- El presidente dominicano, Luis Abinader, adelantó que este martes, durante su participación en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, hablará sobre el deterioro de la crisis en Haití e insistirá en el despliegue de la prometida misión para ayudar a pacificar el país vecino.
Durante su rueda de prensa de los lunes en el Palacio Nacional de Santo Domingo, Abinader explicó que acudirá a la cita en respuesta a una invitación de su colega de Guyana, Mohamed Irfaan Alí, cuyo país preside este mes el Consejo de Seguridad de la ONU.
Abinader, que viajó ayer mismo a Nueva York, insistirá hoy sobre la necesidad del pronto despliegue de la misión multinacional que Kenia se ha ofrecido a liderar para ayudar a Haití a combatir las bandas armadas, pero que quedó en suspenso después de que el Tribunal Superior de Nairobi suspendiera el envío de mil policiales a la nación caribeña.
ASUNTO DE FINANCIAMIENTO
El presidente dominicano dijo que la situación, «más que un tema legal», es un asunto de financiamiento, ya que Kenia «no es un país rico» para disponer de todos los recursos que requiere la misión.
El jefe de Estado ha advertido en varios escenarios sobre las repercusiones que tiene en República Dominicana la crisis en Haití, inmerso en una crisis profunda, con grupos armados que controlan Puerto Príncipe y otras partes del país y que son responsables de miles de asesinatos, secuestros y otros delitos.
NIVELES NO VISTOS DE VIOLENCIA
La semana pasada, Naciones Unidas aseguró que la violencia creció en enero en Haití a niveles no vistos en más de dos años, un mes en el que al menos 806 personas que no estaban involucradas en los enfrentamientos entre pandillas fueron asesinadas, heridas o secuestradas.
Además, unos 300 miembros de bandas resultaron heridos, con lo que el número total de personas afectadas superó las 1.100, más del triple que en enero del año pasado.
Esta situación de violencia ha llevado a que más de 300.000 personas se hayan convertido en desplazadas en Haití, tras abandonar sus hogares y refugiarse en un abanico de lugares en los que viven en condiciones infrahumanas.