La capilla del Palacio Nacional, considerada una joya arquitectónica, está siendo sometida a un riguroso proceso de restauración para hacerla más visible, con motivo de su 68 aniversario, el próximo 26 de febrero.
Pero construir la capilla al noreste no fue con la intención de relegarla, sino por una relación solsticial y para marcar distancia sin bloquear perspectivas de jerarquización respecto al Palacio Nacional, según explica el arquitecto y urbanista, Sergio Cross, coordinador general de la Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional y de su Entorno.
Con la restauración de la capilla San Rafael Arcángel se procura salvar sus atractivos con las técnicas originales y lograr así que forme parte del recorrido durante las visitas a la sede del Ejecutivo.
El Centro Nacional de Conservación de Obras de Arte y Documentos (Cenacod) ya ha restaurado piezas importantes de la colección de arte religioso del templo y del viacrucis que estaban rotas, así como pinturas contaminadas.
Los trabajos han incluido una limpieza y reorganización del mobiliario sagrado de la capilla, la cual estuvo mucho tiempo cerrada al público. “La necesidad de rescate era demasiado evidente”, explicó Cross, quien reveló que aún está pendiente la restauración de los vitrales laterales de los apóstoles.
La terminación –refirió el conservacionista del Palacio Nacional- dependerá de los resultados que arrojen las investigaciones y, en consecuencia, de las técnicas que procedan debido a la delicadeza de las piezas.
“Lo importante es que en este proyecto participan directamente las autoridades de gestión del patrimonio y verifican con recurrentes visitas técnicas y reuniones. Esto ha sido una escuela para muchos”, indicó durante una entrevista en la redacción de LISTÍN DIARIO.
Curiosidades de la capilla
“La capilla realmente es una joya arquitectónica, no solamente en sus proporciones exteriores sino también en cómo está armonizada en su interior”, explica Cross, quien recuerda que para su inauguración estuvieron en el país delegaciones eclesiales de unos 30 países.
Entre los elementos de interés cultural presentes en la capilla, el urbanista destaca que para elaborar el Cristo colocado en el altar se utilizó mármol de carrara de la cantera del escultor y pintor italiano Miguel Ángel, reservada para honrar a padres de la patria.
Sus vitrales, al igual que el Cristo, fueron también elaborados en Italia con materiales de primerísima calidad, mientras sus murales este y oeste son obra del pintor catalán Aurelio Oller Crosiet, con la técnica de óleo combinado al sepia con pan de oro de 24 quilates.
“Eso es descomunal a nivel de obra de arte, a nivel de expresión”, indicó Cross, quien destaca, además, la reparación de un órgano eléctrico de 18 tubos, uno de los pocos que hay en el país.
“El órgano tubular permanece conservado en la capilla del Palacio Nacional. Fue elaborado en 1955, lo logramos encender, aún está pendiente de restauración, aunque lamentablemente no tenemos muchos organistas en el país”, reveló el urbanista.
El templo, que según Cross se destaca por su iluminación y monumentalidad sin desafiar, posee una Cruz bendecida por el fenecido Papa Juan Pablo II.
La rusticación y relación de la torre del campanario con la cúpula es fiel manifestación emblemática a las creencias representadas, sin exacerbar el lenguaje clásico.
La mesa del altar y la pila bautismal conjugan mosaicos venecianos angelicales y el San Juan el Bautista colocado detrás fue tallado en madera finlandesa y partes del manto en oro.
Las 14 estaciones del Vía Crucis fueron restauradas y reinstaladas como estaban en 1956.
El arquitecto Humberto Ruiz Castillo, su diseñador, importó las 19 lámparas de bronce de Estocolmo, Suecia, y las alfombras vinieron de Nueva York, Estados Unidos.
Cross afirma que una de sus satisfacciones más impactantes ha sido poder unir en la capilla a familias que habían quedado separadas en el tiempo por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y traerlos al Palacio Nacional hasta de diferentes países.
“Familias que emocionalmente todavía sufren lo que sus padres o abuelos sufrieron por los maltratos del régimen. ¿Se imagina usted gente sin verse desde hace 60 años? Eso se llama democratización de un lugar histórico”, añadió sobre la capilla construida por disposición del sátrapa.
El trabajo de restauración en el templo ha sido tan meticuloso que todavía la comisión está inmersa en una investigación que garantice una positiva intervención.
SEPA MÁS
El ingeniero Guido, contratista principal del Palacio Nacional falleció en marzo del 1954, por lo que el diseño de la capilla San Rafael Arcángel se asignó al arquitecto Humberto Ruiz Castillo, graduado primero de agrimensor en 1918 y de ingeniero-arquitecto por la Universidad de Gante, en Bélgica, en 1931.
La ejecución estuvo a cargo de los ingenieros Tulio Matos Rodríguez y Miguel Paiewonsky.
Por su trabajo en la Capilla San Rafael Arcángel, Ruiz Castillo, quien también diseñó otras casas ubicadas en los alrededores del Palacio Nacional, fue declarado arquitecto diocesano y recibió diversas condecoraciones de El Vaticano.