Las infecciones y los problemas vinculados a la elevada presión arterial o hipertensión siguen siendo causas importantes de mortalidad materna en los principales establecimientos de salud del país.
El año pasado en los hospitales de la red pública se notifican 143 muertes maternas. Las sepsis o infecciones en el puerperio o postparto, la preeclampsia severa y eclampsia en el puerperio se encuentran dentro de las principales causas de fallecimientos de las madres.
De acuerdo al informe “Muertes Maternas en Establecimientos de la Red Pública” hasta la semana 52 que abarca hasta el 30 de diciembre del 2023, colgada por la Dirección de Gestión de la Información del Servicio Nacional de Salud, el área metropolitana de salud es la que mayor cantidad de fallecimientos de ese tipo aportó.
La mayor cantidad de decesos se registró en parturientas con edades entre los 20 a 34 años, con 98, dentro de esos grupos etarios; dentro de 15 a 19 años el sistema reportó 19 muertes y de 35 a 39 años, se notifican 18 decesos de madres durante el periodo de embarazo, parto o puerperio.
Entre madres de 40 a 44 años se reportaron siete casos de muertes y entre las de 45 y 49 años, un caso.
En los reportes de muertes por establecimientos de salud, según oportunidad de notificación, las mayores cantidades de casos fueron en el hospital Presidente Estrella Ureña, de Santiago; el hospital Dr. Antonio Musa, de San Pedro de Macorís; el hospital Juan Pablo Pina, de San Cristóbal y las maternidades La Altagracia y San Lorenzo de Los Mina, en Santo Domingo.
Diciembre y julio fueron los meses en que se notificaron más fallecimientos, mientras que según la etapa de gestación, la mayoría de las muertes se registraron durante la etapa de puerperio o post parto, seguida de la del embarazo y el momento del parto.
Aunque las autoridades reportaron una reducción del 9% el año pasado en el indicador de mortalidad neonatal, ese impacto no alcanzó el de la mortalidad materna, que continúa siendo uno de los más altos de la región.
La muerte materna se define como el fallecimiento de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, por cualquier causa relacionada o agravada por el estado de gestación mismo o su atención, pero no por causas accidentales ni incidentales.
Datos ofrecidos por el Servicio Nacional de Salud (SNS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indican que la tasa de mortalidad materna se mantuvo el año pasado en 108 por 100,000 nacidos vivos, cifra que aún no cumple con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) 2030, cuyo propósito es alcanzar la reducción de la tasa mundial de muertes maternas a menos de 70 por cada 100,000 nacidos vivos.
Los problemas hipertensivos siguen siendo una causa importante dentro de los fallecimientos que se registran en el país, entre ellos la preeclampsia que es una complicación del embarazo caracterizada por una presión arterial elevada y suele comenzar después de las veinte semanas de embarazo en una mujer con presión arterial normal. Aunque es posible que no se presenten síntomas, algunos signos de alerta pueden ser hinchazón en las piernas y retención de líquidos.
Asimismo, la eclampsia puede aparecer como resultado de la presión arterial elevada y el exceso de proteína en la orina durante el embarazo. Los síntomas que pueden indicar un mayor riesgo incluyen el dolor en la parte superior derecha del abdomen, dolor de cabeza intenso, y cambios en la visión y los estados mentales. Puede llevar a convulsiones que se producen durante el embarazo o poco después de dar a luz.