El instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Santiago opera con deficiencia debido a la falta de médicos forenses y legistas, ambulancias y otros recursos, lo que no permite un servicio eficiente a decenas de usuarios que acuden de la región del Cibao.
Los familiares de los fallecidos se quejan por la falta de condiciones, lo que retrasa la entrega de los restos, tanto en el levantamiento de los cuerpos como el despacho de los cadáveres desde la morgue, cuando le han realizado todos los estudios correspondientes de ley.
Parientes de los fallecidos que son llevados a la morgue del Inacif de Santiago, que opera en el cementerio del Ingenio en la parte Oeste del municipio Santiago de los Caballeros, además de perder a su pariente, deben atravesar por la angustia y la desesperación ya que tardan mucho tiempo para hacerles entrega de los restos.
Tal fue el caso de Miriam Reyes, quien llegó procedente de Jamao al Norte, en la provincia Espaillat, pero por las precariedades la familia no pudo velar a su deudo a tiempo.
Otros de los familiares denunciaron que el poco personal que trabaja en el día a día en la morgue, prolonga la realización de las autopsias correspondientes, ya que han despedido a gran parte de los empleados y no contratan nuevo personal que pueda suplir las vacantes.
El dirigente comunitario del Distrito municipal Santiago Oeste, Armen Batista, entiende que la entidad llamada a velar por el buen desempeño del Inacif, en este caso, la Procuraduría General de la República (PGR), debe aumentar el personal que trabaja en la morgue, ya que en muchos casos solo cuenta con dos o tres personas laborando.
El líder comunitario sostiene que esta situación ya tiene más de 10 años, mientras las familias deben de esperar para que les practiquen autopsias a sus parientes, muchas veces por falta de un médico forense.
Hay una sola ambulancia, manejada por un solo chofer, para dar servicio a toda la región, por lo que en múltiples ocasiones, cuando atropellan o asesinan a una persona, el cuerpo muchas veces permanece varias horas tirado a la espera del levantamiento que debe hacer un médico legista.