En mi constante trajinar político por la circunscripción electoral número 1 del exterior de República Dominicana -que conforman Nueva York, Nueva Jersey, Conneticut, Washington, Filadelfia, Pensilvania, Boston, Massachusets, Rhode Island y Cánada- he notado con profundo agrado el seguimiento que día a día dan los dominicanos al acontecer cotidiano de su país.
Aunque están inmersos en diversas tareas productivas y ajustados a los moldes de vida estadounidenses, los dominicanos tienen su mente y corazón atentos al palpitar del lar nativo.
Así las cosas, avistan, analizan, comentan y fijan posiciones sobre las oscilaciones económicas, el latir político, los sucesos de los pueblos y la marcha de la nación en general.
El dominicano en el exterior, principalmente en la llamada circunscripción número 1 que hemos descrito, conoce de lejos lo que está pasando allá, los personajes activos, las estridencias de los políticos opositores y, sobre todo, lo que está haciendo el gobierno.
Apoyo Abinader
Por esta razón, los criollos de la franja territorial citada tienen plena conciencia del tren de trabajo del Presidente Luis Abinader, manifestado en estos últimos días en inauguraciones en serie de obras reclamadas por las comunidades de toda la geografía nacional.
Los más de 500 mil votantes dominicanos de esa amplia zona (de los cuales el 55 por ciento corresponde a la ciudad de Nueva York) saben que el voto que funcionará positivamente y dará frutos en las elecciones de mayo será el depositado por Abinader y el PRM.
Avispados y con la cabeza bien amueblada, los criollos del exterior (hombres y mujeres) saben perfectamente que el voto por Abinader no se volverá sal y agua y se traducirá en acciones y obras de progreso y bienestar comunitario.
En la costa Este de Estados Unidos hay dominicanos de mucha formación e inteligencia política convencidos de que apoyar a la alianza opositora de los corruptos del pasado no conduce a ninguna parte porque ésta carece de propuestas creíbles.
El camino a seguir es, pues, profundizar el alejamiento de Abel Martínez y de Leonel Fernández, quien tiene una tasa de rechazo que ronda el 55%, tasa que dobla la intención de votos en su favor, y mantener firmes los sentimientos de apoyo y el clima caluroso alrededor de Luis Abinader.
POR YULIN MATEO