WASHINGTON.- Las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos están bajo la amenaza de un número creciente de actores extranjeros que utilizan métodos cada vez más sofisticados para generar interferencias, aseguró Avril Haines, directora de inteligencia a nivel nacional.
La funcionaria señaló que Rusia, China e Irán son los peores ofensores, pero agregó que el Gobierno federal nunca ha estado tan preparado como ahora para proteger la democracia estadounidense de la influencia extranjera.
«Son un número creciente de agentes extranjeros, incluyendo entidades no estatales, que están tratando de involucrarse en actividades de influencia en las elecciones», dijo al Comité de Inteligencia del Senado en una audiencia sobre las amenazas a las elecciones de 2024.
Según la directora de inteligencia, los actores extranjeros estatales usan cada vez más a empresas privadas para ejecutar operaciones de influencia en las elecciones, lo que hace más difícil rastrear a quienes están detrás de tales esfuerzos.
Haines advirtió que las innovaciones en el campo de la inteligencia artificial (IA) han permitido a agentes extranjeros producir mensajes políticos en apariencia de auténticos, con mayor eficiencia, en mayor escala y con contenidos adaptados a diferentes idiomas y culturas.
Rusia es la amenaza más activa
«Y, por supuesto, los principales actores extranjeros que se involucran en actividades de influencia dirigidas a Estados Unidos en relación con nuestras elecciones son Rusia, la República Popular de China e Irán», afirmó. «Específicamente Rusia sigue siendo la amenaza extranjera más activa a nuestras elecciones».
La advertencia de Haines se da en el marco de una serie de audiencias parlamentarias de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, que serán, casi con seguridad, una reedición de las de 2020 entre el demócrata Joe Biden y el expresidente republicano Donald Trump.
El presidente del Comité, el senador Mark Warner dijo en la audiencia que adversarios como el presidente ruso Vladimir Putin, estaban «más motivados que nunca» a interferir.
«Putin entiende claramente que influenciar la opinión pública y moldear las elecciones en Estados Unidos es una forma económica de erosionar el apoyo estadounidense y Occidental a Ucrania», dijo Warner.