SANTO DOMINGO.- La “violencia legal” continúa contra los dominicanos de origen haitiano al cumplirse el 23 de mayo, diez años de vigencia de la ley 169-14.
Así lo denunció el Movimiento Socio Cultural para el Trabajo Humanitario y Ambiental (Mosctha), que hizo un llamado al presidente Luis Abinader para que aplique su teoría del cambio y no siga dejando a estas personas atrás.
VIACRUCIS DE DESCENDIENTES DE HAITIANOS
El “viacrucis” atribuido a los dominico-haitianos se originó con la sentencia del Tribunal Constitucional 168-13, que los dejó sin nacionalidad.
De acuerdo con el Moschta, los dominicanos y dominicanas de ascendencia haitiana son marginados/as, excluidos para dejar de reconocerles la nacionalidad.
Manifestó que hombres, mujeres e infantes, tienen deseos de vivir de manera digna, “pero son los muertos de un sistema político y jurídico que desconoce el derecho de las personas”.
Todo, insistió, para centrarse en la opinión de una parte de la población, la cual es fijada a partir de un enfoque distorsionado.
POCOS CON DOCUMENTO FIABLE
De acuerdo con la información, la ley 169-14 y su reglamento 250-14 tenían el rol de dar garantías a las personas que fueron despojadas de su nacionalidad sin razón legal alguna.
“Sin embargo, han sido muy pocas las personas que han obtenido un documento fiable”.
Mosctha dijo que varias demandas de inconstitucionalidad han sido el viacrucis de los que debieron beneficiarse y obtener una documentación basada en el derecho que les asiste como nacionales, nacidos y criados bajo el amparo constitucional del jus solis.
La figura jurídica del jus solis, que regía hasta el 2010, asignaba la nacionalidad a las personas en función del territorio donde nacen, pero fue cambiado solo para limitar el acceso a los dominicanos nacidos de una mujer migrante haitiana”.