Puerto Príncipe, 18 feb.- Las autoridades llamaron hoy a fomentar una conciencia ambientalista, luego que una ballena azul varada en la costa norte de Haití terminara sus días en las estufas de los lugareños.
Esta especie de cetáceo está en peligro de extinción y apareció en las aguas de la comuna de Borgne, y los vecinos llegaron hasta ella, la decapitaron y utilizaron su carne como alimento.
La ballena azul es el animal vivo más grande de la Tierra, e incluso el más pequeño de ellos pesa unas siete toneladas y puede alcanzar los 40 metros de longitud.
Actualmente atenta contra su presencia en las profundidades de los océanos la caza, las colisiones con los barcos y los cambios ambientales.
De acuerdo con el sitio digital Noticias Kominotek, este suceso pone de relieve la falta de conciencia ambiental y de protección de la vida silvestre marina en la nación antillana.
Es vital informar más y oportunamente sobre la necesidad de preservar estas criaturas marinas, que son esenciales para el equilibrio de los ecosistemas oceánicos, subrayó la fuente.
La víspera, fue conmemorado el Día Mundial de las Ballenas. Estos gigantes pertenecen a un grupo de mamíferos marinos conocidos como cetáceos, donde también se encuentran los cachalotes, delfines y orcas, entre otros.
Sin embargo, según un estudio publicado en la revista especializada Marine Policy (Política Marina), es necesario planificar mejor las rutas marítimas y la construcción de puertos, de tal manera que no coincidan con sus áreas de tránsito, alimentación y reproducción.
Buena parte de su nutrición es el kril, un crustáceo de alto contenido de hierro que, al ser reintegrado a las aguas tras la digestión, estimula la formación de fitoplancton, la base de la cadena alimentaria de numerosas especies.
Además, capturan durante su vida una gran cantidad de dióxido de carbono, uno de los principales responsables del cambio climático.